Esta carrera discurre entre la playa de Samil, en Vigo, y el pueblo de Baiona, terminando junto al parador de turismo. El lugar en sí ya es precioso, si te toca además un día soleado, ya has triunfado, el resto es disfrutar, y con gente como David y Santi eso es bastante fácil.Fuimos a Vigo en avión y tras llegar cogimos un taxi desde el aeropuerto hasta playa Samil, donde en el "museo de las palabras" se recogía el dorsal y el chip, eran en torno a las 2 del mediodía y apenas había gente.
Tras establecernos en la habitación y descansar un rato llegaron Eduardo (de Madrid también) y su amigo Fernando. Nos tomamos unas cuantas cervezas en el bar del parador, y allí continuamos viendo fútbol hasta la hora de cenar. Sobre el km. 2-3 pasé y saludé a Celina. Me sentí bastante bien en general y disfruté un montón, sólo había una cuesta fuerte pero poco larga, había una larga pero muy tendida, iba muy bien pasando a gente y recuperando tiempo, a ritmo en torno a 4:45.
Las vistas eran espectaculares, un día claro y las islas Cíes al fondo, más tarde en el km. 14 se entraba en la enorme bahía donde están Nigrán y Baiona. Animación a ratos, agua y esponjas para mitigar la humedad.
Al final logré terminar en 1h38'16" (tiempo neto) bastante contento. En meta esperaba toda suerte de refrescos (agua, bebida isotónica), comida (plátanos, geles, barritas energéticas, yogures de varios sabores), helados, todo en cantidad más que abundante, aparte de un ropero organizado, masajistas. ORGANIZACIÓN PERFECTA.
Lo mejor, meta junto a la playa, donde pudimos remojar pies y piernas en un agua que estaba fresca, o más bien fría. Allí ya me encontré con David y Celina (ambos con MMP) y Santi.
Tras la ducha en el parador y una cerveza refrescante, nos fuimos a comer al restaurante "el tunel" allí en Baiona, donde degustamos una mariscada junto a Eduardo y Fernando, y para terminar una copichuela por esas calles y plazuelas estrechas del pueblo.
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