El sábado a media tarde llegué a Elorrio, tan solo 15' más tarde que la vuelta ciclista, que pasó delante del hotel donde me he alojado, en un sitio tranquilo a las afueras del pueblo, muy bonito y que estaba en fiestas, con muy buen ambiente que disfruté esa misma tarde-noche, por cierto que la bandera española no ondeaba en el Ayuntamiento. La temperatura esa tarde fue muy calurosa.
El domingo por la mañana llegó de Lodosa José y nos acercamos a Axpe, precioso y tranquilo pueblo pequeñito situado a las faldas del macizo de Antboto. La temperatura era fresca y estaba nublado. Tras recoger el dorsal pude saludar antes de la carrera a Belén (Caprus) junto a Pedro, y también a Pablo e Isabel.
VISTA MACIZO ANTBOTO, QUE HABÍA QUE ATRAVESAR


La cima estaba en el km. 4,5, soplaba aire frío. A partir de ahí, tras esperar a José, conquien hice toda la carrera, comenzamos una breve bajada para en el km. 5 llegar al primer avituallamiento, yo estaba seco. Después llegó una pequeña cuesta, se hacía muy duro correr tras la paliza de la subida, hasta llegar al km. 6 en que se empezaba a bajar con tramos sin pendiente, poco a poco las piernas se hicieron de nuevo a correr y se iba muy a gusto por las laderas, con paisajes muy bonitos, las bajadas eran por caminos anchos, con lo que se hacían mejor y sufrían menos las rodillas. Desde el km. 6 al km 15 bajamos todo lo que habíamos subido previamente.
En el km. 17,5 se llegaba al alto en Betsaide, nuevo avituallamiento, y monumento en la división administrativa de las tres provincias vascas. A partir de ahí se alternaban pequeñas cuestas abajo y arriba, por caminos donde se corría cómodamente, para llegar aprox. al km. 21 donde se encontraba una cuesta abajo terrible, con las piernas muy castigadas poco mas se podía hacer que bajar como buenamente se podía sin caerse, fue un tramo donde lo pasé mal.
A falta de 1,5 kms llegaba la última cuesta, de no mucha pendiente, pero larga y por terreno incómodo, ya no daba el cuerpo para mucho y la hice caminando, como casi todos los que iban a mi alrededor. A falta de 500 m. entrabas en Axpe de nuevo para llegar a meta en la plaza. Objetivo logrado en 3h08'38".
En meta, tras recibir la camiseta, junto con una botella de sidra natural y un trozo de queso, había un avituallamiento muy completito, agua, coca-cola, aquarius, chorizo, tortilla, queso y otras viandas, un lujo. De tanta sed y tan castigado que llegué de una sentada me bebí una botellita de agua y dos latas de refresco. Después ya picoteé un poco.
Después, una duchita en el hotel, unas cuantas cervezas, y una buena comida con José antes de la tortuosa vuelta a Madrid, con cansancio y el esperado atasco en la A-1.